Desmond Morris, autor del Mono Desnudo escribió también el libro Contrato Animal, en él hace una reflexión sobre el ser humano que se ha vuelto demasiado poderoso. Ha relegado a los demás animales, a la condición de sirvientes, cautivos en granjas, zoológicos y laboratorios. Pero el destino de la humanidad, está hoy más que nunca ligados a ellos por una relación vital que, Desmond Morris, llamó el Contrato animal.
Las leyes de la naturaleza establecen, que los animales matan para comer, comen por hambre y crían lo que pueden alimentar.
Durante siglos, el hombre ha roto estas reglas en su beneficio, matando por placer, provecho o gloria, superpoblando la Tierra.
Las consecuencias hoy son claras: si el ser humano no es capaz de cumplir el “contrato animal”, seguirá el destino de los dinosaurios, y será fósil de alguna edad futura.
Para que la sociedad pueda sobrevivir debe cumplir el siguiente Contrato Animal.
Ningún animal deberá
- Ser revestido de cualidades imaginarias relativas al bien o al mal para satisfacer nuestras creencias supersticiosas o nuestros prejuicios religiosos.
- Ser degradado o dominado para diversión nuestra.
- Ser mantenido en cautividad salvo que sea posible proveerle de un adecuado entorno físico y social.
- Ser mantenido como compañero salvo que pueda adaptarse fácilmente al estilo de vida de su dueño humano.
- Ser conducido hasta la extinción por persecución directa o por el progresivo aumento de la población humana.
- Sufrir o ser sometido a esfuerzos desmesurados para proporcionarnos diversión.
- Padecer sufrimiento físico o mental con propósitos experimentales innecesarios.
- Ser mantenido en un entorno empobrecido para proporcionarnos alimentos u otros productos.
- Ser explotado a causa de su pelo, su piel, su marfil o cualquier otro producto de lujo.
- Ser obligado a realizar tareas pesadas que le provoquen estrés o dolor.